La pandemia de COVID-19 hace que muchos de nosotros permanezcamos en casa y estemos sentados mucho más tiempo del habitual. A muchos, nos resulta difícil seguir practicando la actividad física acostumbrada. La situación es aún más dura para quienes no suelen hacer demasiado ejercicio.
Primeramente, es importante diferenciar qué es actividad física y qué es ejercicio físico. La actividad física se define como cualquier movimiento corporal producido por los músculos esqueléticos que requiere gasto de energía, mientras que, el término de ejercicio físico nos dice que es una subcategoría de actividad física planificada, estructurada, repetitiva y decidida, en el sentido de que el objetivo es el mantenimiento ó la mejora de uno ó más componentes de aptitud física. Podemos decir que la actividad física incluye el ejercicio físico, así como otras actividades que involucran movimientos corporales y se realizan como parte de la jornada laboral, las tareas domésticas y las actividades recreativas.
A causa de la crisis sanitaria en la que vivimos actualmente, se vuelve importante valorar lo que representa para la salud la realización de ejercicio físico y a su vez una actividad física diaria activa.
Es importante recordar que un breve descanso, en el que abandonemos la posición de estar sentados nos hará realizar de 3-4 minutos de actividad física ligera, ya sea a la hora de caminar o realizar estiramientos para que de esta manera ayudemos a relajar los músculos, mejorar la circulación sanguínea y la actividad muscular.
Es importante que cuidemos de nuestra salud física y mental, por ello la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que para hacer frente a esta situación, debemos de tener una alimentación saludable, limitar el consumo de alcohol y bebidas azucaradas, evitar el hábito tabático, mantener relaciones sociales y practicar ejercicio físico al menos 30 minutos al día, con el objetivo de mostrar los beneficios que tiene la actividad y el ejercicio físico ante la actual pandemia que estamos viviendo.
Durante esta crisis sanitaria del COVID-19, nuestra actividad física se ve reducida drásticamente y es debido al confinamiento que estamos realizando. Esto supone un riesgo, tanto a nivel físico como mental y es importante tomar conciencia de ello, el sedentarismo y la subida de peso corporal son factores de riesgo para la salud.
La actividad física regular puede reducir la hipertensión, ayudar a controlar el peso y disminuir el riesgo de enfermedades del corazón, diabetes tipo 2 y distintas formas de cáncer, cabe resaltar, que todas estas enfermedades pueden aumentar la vulnerabilidad para contraer el COVID- 19.
Para realizar actividad física en la actualidad es importante seguir cada una de las medidas de protección y sanidad, cumplir con el distanciamiento social, sin embargo, debemos tener en cuenta que el riesgo de contagio sigue siendo alto, por lo que debemos ser tremendamente responsables en el cumplimiento de las medidas de prevención.
Hacer actividad física durante la pandemia probablemente no sea una prioridad en medio de nuestra preocupación por protegernos y proteger a nuestras familias, pero, deberíamos llevarlo a cabo ya que puede ser una herramienta valiosa para controlar infecciones por el COVID-19 y mantener nuestra calidad de vida.
Invito a niños, adolescentes, jóvenes, adultos, adultos mayores a realizar una actividad física activa que se puede realizar en un espacio reducido en casa, actividades como saltar la cuerda, bailar, jugar con alguna pelota etc., que les permitan estar en constante movimiento y recordar que esta actividad debe estar acompañada de una buena alimentación.