Los datos de la OMS indican que más de 1.4 millones de personas en el mundo contraen infecciones en el hospital llamadas infecciones asociadas a la atención de la salud (IAAS) son “aquellas infecciones que afectan a un paciente durante el proceso de asistencia en un hospital u otro centro sanitario, que no estaba presente ni incubándose en el momento del ingreso.
De acuerdo a la organización mundial de salud (OMS) Las manos son las herramientas más poderosas de los profesionales de la salud. Con ellas palpamos a nuestros pacientes, identificamos sus dolencias y con ellas les brindamos apoyo y esperanza. Sin embargo, nuestras manos también pueden ser una fuente de peligro para nuestros pacientes porque son la principal vía de transmisión de infecciones.
La higiene de manos tiene por objetivo reducir el número de microorganismos que hay en la piel de las manos. Cuando el procedimiento se realiza con agua y jabón lo llamamos lavado de manos. Cuando se realiza con un preparado de base alcohólica o con un jabón antiséptico lo denominamos desinfección de las manos. Las infecciones se pueden transmitir de múltiples maneras (vía respiratoria, digestiva, por contacto), pero la vía más frecuente de transmisión de éstas es por contacto a través de las manos de los profesionales sanitarios. Cuando las manos están sucias deben lavarse con agua y jabón ya que el jabón facilita la eliminación de microorganismos.
Cuando las manos están contaminadas, el procedimiento de elección es la desinfección mediante preparados de base alcohólica ya que los antisépticos eliminan un mayor número de microorganismos. De ahí la importancia que tenemos para evitar la propagación de las infecciones que se transmiten a través del contacto. Diversas publicaciones de la organización mundial de salud demuestran que la higiene de las manos contribuye a la reducción de las infecciones relacionadas con la atención sanitaria.
¿CUÁNDO HAY QUE REALIZAR LA HIGIENE DE MANOS?
Siempre antes y después de estar en contacto con una persona que precisa atención en cualquier punto del sistema sanitario. Además, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que se realice: Siempre antes de realizar una técnica aséptica. Siempre después de que haya existido posibilidad de contacto con fluidos corporales. Siempre después del contacto con el entorno del paciente.
Todos los profesionales deben realizar la higiene de manos ya que están implicados en el cuidado de los pacientes, con independencia del diagnóstico que tengan. También es necesario que la realicen los pacientes, sus familiares y los visitantes que les atienden. Para el lavado la duración de la frotación de las manos con agua y jabón debe ser de 15 segundos más el tiempo necesario para el enjuagado y posterior secado. La fricción de las
manos con preparados de base alcohólica debe mantenerse hasta que las manos estén completamente secas. Es necesario que la cantidad de preparado permita friccionar las manos como mínimo durante 15 segundos.
Para evitar perjudicar la piel de las manos es muy importante que al finalizar el procedimiento las manos estén perfectamente secas. Tras el lavado con agua y jabón deben utilizarse las toallas de papel necesarias para asegurar que las manos están completamente secas. Así mismo, cuando la higiene se realiza con un preparado de base alcohólica, la fricción de las manos debe continuarse hasta que el preparado se haya secado completamente. Es muy recomendable que los profesionales sanitarios cuiden la piel de sus manos hidratándolas varias veces al día preferentemente una vez finalizada la jornada laboral.
Los guantes en ningún caso sustituyen a la higiene de las manos. Si se utilizan, debencambiarse siempre de un paciente a otro y cada vez que se retiren debe realizarse una higiene de manos, evitando la infección asociada a la atención del personal sanitario.
Como profesional de salud concluyo con una frase “lavarse las manos salva vidas”, salvemos la nuestra.