La detención de un médico urgencista en el estado de Chiapas acusado de «abuso de su autoridad» tras el fallecimiento por Covid 19 de un importante político local en un hospital público, al margen del conflicto legal y ético desatado, al parecer puso de relieve el grave problema que afecta a las clínicas del país: el desabasto de equipos y medicamentos para enfrentar la pandemia.
Tanto la negligencia médica como el influyentismo son problemas reales, sin embargo no pretendemos juzgar el caso en cuestión en ese sentido. Y es que a raíz del hecho, la sección 50 del sindicato de trabajadores de la salud, y diversas agrupaciones médicas colegiadas, dirigieron sendos comunicados a la opinión pública y al presidente Andrés Manuel López Obrador, en dónde, primeramente, reprobaban la detención considerándola injusta:
«(…) Condenamos la detención violenta, abusiva e ilegal en contra de un médico especialista en un hospital público de Chiapas este fin de semana pasado además de que seguimos indignados ante el hostigamiento, estigmatización y amedrentamiento que generan algunos actos de la justicia donde se criminaliza actos médicos sin una previa investigación (…).»
Lo que más adelante exponen éstas agrupaciones médicas es una aparente justificación del hecho por el que su colega fue aprehendido:
«El que el médico solicitara al familiar de un paciente determinado medicamento que no se tenía a disposición en forma rápida, no lo hace incurrir en ningún delito (…) Los médicos no somos responsables de las innumerables carencias del sistema público de salud que se encuentra en crisis».
El texto vendría a parecer revelador al poner de manifiesto el costo de vidas humanas atribuido a la indiferencia de equipo y medicina tanto en hospitales públicos como privados, dado que el caso de Chiapas no sería ni remotamente el único.
Sin ir más lejos es bien sabido que tal desabasto siempre a afectado al estado de Puebla y a esta ciudad de Teziutlan, en dónde al día de hoy los familiares de pacientes con Covid ( al igual que muchos otros padecimientos) pasan el cruel calvario de tener que buscar urgentemente los medicamentos por su cuenta, tales como ivermectina, azitromicina, y anticuagulantes, entre otros, los cuales no cubre el hospital y las farmacias los venden a precios exhorbitantes por su escasez.
Ha trascendido de distintas fuentes que los hospitales en el estado de Puebla no obtienen buena respuesta de la compañía farmacéutica «pharmatycsa», la cual funge desde el primero de julio como proveedor pero supuestamente no cuenta con licencia de COFEPRIS para abastecer a los hospitales Covid en Puebla de medicamentos controlados para los pacientes entubados.
Ante tal escenario parece augurarse una ola de manifestaciones en todo el país con el conflicto generado entre la población que requiere de atención médica y los médicos que aseguran estar rebasados ante la falta de equipo y medicina. Y enmedio, más decesos por la maldita pandemia.
La demanda sería general, el gobierno debe orientar mayor esfuerzo al abastecimiento de los hospitales y/o buscar estrategias con el sector financiero de la secretaria de salud, la dirección de operatividad de unidades médicas, incluyendo al propio secretario general de salud y a los gobernadores de los estados.